España continúa ampliando sus cultivos de vino

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A pocos os sorprenderá que digamos que el vino es uno de los negocios de referencia de la economía de nuestro país. La verdad es que no cabe duda de que estamos ante uno de los productos de cabecera de nuestra gastronomía y que tenemos un sinfín de oportunidades con él, oportunidades que son de índole económica y también, por qué no decirlo, de índole publicitaria, puesto que hablamos de uno de los productos que más y mejor habla de España. Ni que decir tiene que es nuestra responsabilidad sacar el máximo provecho de un producto como este.

No es de extrañar que España sea, quizá junto a Francia e Italia, uno de los países en los que mejor se trabaja un producto como del que estamos hablando. Las condiciones climatológicas, la buena fertilidad de la tierra y la experiencia de siglos y siglos de trabajo ha permitido que dispongamos de todo lo que hay que tener para que nuestro país destaque por su producción del vino, que es de calidad y que, además y por si fuera poco, es cada vez más numerosa, con las puertas que eso abre y los beneficios que conlleva.

Según una noticia que vio la luz en la página web de la revista Vinetur, la producción de vino y mosto en España estaba al borde de los 5.000 millones de litros en 2018. Desde luego, está claro que estamos hablando de un volumen de lo más interesante y que deja claro que España es una de las grandes referencias en este sentido. Ni que decir tiene que, con estas cifras, vamos a seguir siendo una de las grandes potencias del mundo en este sentido. Y es que no cabe duda de que el vino es uno de los productos que mejor funciona en este país en términos de producción… y también de consumo.

No es de extrañar, en función de los datos que se están generando en torno al consumo de vino en todo el mundo, que en España haya personas y empresas que estén intentando ampliar sus cultivos de vid. Eso es lo que nos han contado precisamente desde Plantvid, cuyos profesionales indican que la demanda de este tipo de productos se ha multiplicado por dos en este 2022 con respecto a los datos de 2021. Sin duda, es una gran noticia que España se esté preparando para producir más vino.

Dicen que, cuando tenemos una ventaja competitiva con respecto a otros países, debemos maximizarla por el simple hecho de que ese es el medio para maximizar los beneficios y los ingresos de las empresas nacionales. España está aplicando este dicho a su negocio del vino y lo cierto es que está resultando un acierto total, sobre todo por el hecho de que hay muchas personas que se están viendo beneficiadas desde el punto de vista económico por ello. Y es que no son pocos los empleados y empleadas del sector vinícola en el interior de nuestras fronteras.

La apuesta por los cultivos sostenibles, cada vez más importante

Una de las grandes cosas de las que también podemos presumir en España en relación al negocio del vino es que la producción se realiza de manera más sostenible, algo que implica una ventaja para nuestro ecosistema y que posibilita que la tierra siga siendo fértil y apta para el cultivo ya no solo de vino, sino de otros productos de referencia en la gastronomía española como lo puede ser el aceite. Sin duda, el cuidado de la tierra es algo de lo que nos podemos beneficiar todos y todas tanto desde el punto de vista personal como del profesional, si trabajamos en la producción de alguno de estos productos.

Teniendo en cuenta que la producción de vino es cada vez más importante en España, no cabe duda de que hay que promover el cultivo sostenible en la medida de lo posible. La Tierra está sufriendo las consecuencias de los excesos del ser humano y debemos hacer todo lo posible para intentar que esas consecuencias sean lo menores posibles. Si no es así, no solo vamos a pagar las consecuencias nosotros, sino también nuestros hijos y nietos. ¿Realmente es eso lo que queremos?

Seguro que otros sectores de producción van a seguir los mismos parámetros. No es para menos. No nos va a quedar más remedio y estamos seguros de que las administraciones públicas van a promover todo esto. Si no fuera así, debemos saber que el tiempo corre en nuestra contra y que las consecuencias de nuestros actos van a ser devastadoras. Y, aunque creamos que no las vamos a empezar a sufrir hasta dentro de algunos años, nos equivocamos. Seremos testigos en primera persona de esa devastación si no ponemos el remedio que se necesita para ello.

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