Uniforme, una palabra muy vilipendiada por sus extrañas connotaciones. En la época escolar por ser sinónimo de colegio carcelero y en la edad adulta por su carácter despersonalizador. A fin de cuentas, la misma palabra lo indica, todos vestidos igual de forma uniforme y para que ninguno destaque sobre otro.
Lo cierto es que pese a esos recuerdos del colegio en los que llevar uniforme era una tortura, sobre todo para las niñas con esas faldas de tablillas, llevar uniforme mola. Es bastante mejor que ir a trabajar con tu ropa. Más cómodo y por supuesto, te evita el tener que pensar, “y mañana ¿qué me pongo?
Erramos al pensar que llevar ropa laboral implica perder tu estilo. Puedes siempre darle tu toque personal para seguir marcando la diferencia. Aunque lo verdaderamente importante de este tipo de vestuario, es su finalidad.
De acuerdo, en muchas ocasiones es simplemente para mantener una imagen corporativa y que la empresa defina a sus empleados. Pero por norma general es también para que el trabajador realice sus funciones de la mejor manera posible.
No se puede trabajar en la construcción con traje de chaqueta obviamente y si estas en una oficina, no vas a ponerte un casco. Cada sector tiene su propia indumentaria, adaptada a las necesidades del puesto y las funciones a desempeñar. Este tipo de ropa, en muchas ocasiones, puede salvar hasta vidas.
La indumentaria y los epis que a veces acompañan la vestimenta, aunque puedan parecer absurdos o exagerados, están ahí para algún fin. Por ejemplo esos zapatones de seguridad que te dan la mayoría de las empresas en las que tienes que mover peso. Normalmente son feos y aparatosos, pero protegen tus pies de forma que si se te cae algún objeto pesado, evitaras lesiones o al menos las minimizaras.
Otro factor importante es la limpieza. De esto saben nuestros amigos de CLAT, la uniformidad siempre ha de ser correcta y la higiene impoluta. Sobre todo en algunos sectores como por ejemplo el alimentario. A nadie le gustaría llevar su pantalón nuevo cubierto de sangre o grasa. Para eso está la ropa laboral adecuada.
Obligatoriedad del uniforme
¿Es obligatorio llevar uniforme? Definitivamente, sí. Suele ser una cláusula que forma parte del contrato. La uniformidad viene dada con la empresa de la que vas a formar parte cuando empiezas a trabajar. A veces pasa por un simple código de vestimenta que te señalara el tipo de vestuario que debes llevar al trabajo. Otras, te darán tu equipo laboral correspondiente y si es necesario, te proporcionaran epis.
Cuando la empresa obliga al uso de uniforme, se encarga de proporcionártelo directamente o hacer que te encargues tú de la compra, previo o post pago. En cualquier caso, los costes van a cargo de la empresa.
Donde sí o sí, necesitas uniforme
¿Qué sectores tienen que obligar al uso de uniforme? Pues aquellos en los que la uniformidad aparte de ser imagen corporativa, es necesaria para evitar riesgos o por cuestiones higiénicas. Por ejemplo, en los hospitales, laboratorios o centros de gestión de residuos, la hostelería etc.
Dentro del sector hospitalario podemos encontrar diferentes uniformidades teniendo en cuenta la categoría: así los celadores llevan un tipo de pijama, los médicos su bata, en los quirófanos ropa antiséptica… Esto es extrapolable a todos los sectores. En un restaurante, los camareros llevarán un uniforme de un color y el encargado, probablemente de otro. El cocinero usara una chaquetilla y un gorro. La uniformidad, también ayuda a saber quién es quién dentro de una empresa.
Los cuerpos de seguridad del estado siempre han hecho gala de su uniformidad y cuando se trata de esos gremios, a todo el mundo le fascinan los uniformes. Policía, ejercito, bomberos siempre han llamado la atención por su disciplina en la vestimenta. Pero lo pasamos al lado civil y ya nos escama el asunto. Nos quejamos de tener que llevar el uniforme. Seguramente porque hasta hace unos años, solían ser bastante feos.
Ahora no, ahora los hay de todo tipo y siempre a la moda. Salvo algunos sectores que lo mires como lo mires, no sales con eso a la calle bajo ningún concepto.
Ropa laboral con mayor demanda
Los sectores más proclives a la uniformidad son la hostelería, la construcción, la industria alimentaria, todo lo relacionado con sanidad y las empresas comerciales.
Lo que define a cada uno de estos tipos de vestuario es el uso que se le va a dar.
En cuanto la ropa utilizada para la hostelería, se busca una indumentaria con una imagen definida y limpia. Si estas en un restaurante, los camareros y camareras deben llevar su ropa impoluta, igual que los que están en la cocina. A nadie le gusta ver un lamparón den el delantal del camarero. Huelga decir que tanto en la cocina como en la sala, se llevan delantales para evitar manchar la ropa. El vestuario debe ser cómodo y practico, de tejidos ligeros y que se puedan lavar fácilmente.
Dentro de una obra, lo que más se demandan son epis, pantalones de trabajo y camisetas cómodas que transpiren. En el sector de la construcción también son muy demandados los buzos o monos para proteger la ropa. Teniendo en cuenta los factores climatológicos, se dotará a los trabajadores de ropa de abrigo y alta visibilidad, como chalecos reflectantes.
La industria alimentaria es un sector clave para la demanda de ropa laboral. Debido a los numerosos protocolos y la normativa que deben seguir las empresas que se encargan del sector de la alimentación, hay que proveer al trabajador de la vestimenta adecuada. La higiene es fundamental, de hecho el nivel debe de ser máximo para evitar contaminaciones. Por ello, la ropa tiene que cumplir unos estándares de calidad elevados, ser cómoda, practica y proteger al trabajador y de materiales fácilmente lavables.
Por último, la rama sanitaria. Este sector demanda continuamente vestuario laboral para todas y cada una de las tareas que se desempeñan. Desde la limpieza hasta la zona de hostelería. La ropa en los hospitales y centros sanitarios debe ser cómoda y fácilmente desechable debido la necesidad de higiene constante.
Tras este pequeño repaso por el mundo de la moda laboral, aunque nos dejamos muchos sectores, podemos comprobar que llevar uniforme, realmente no es un castigo.