Las uñas también se resienten en el otoño y el invierno por la bajada de las temperaturas, el viento o el mal secado de las manos. Además, se vuelven blandas porque están formadas por capas de queratina, una proteína fibrosa que no es ajena a ciertos agentes que las atacan y las vuelven blandas.
Estos agentes son: el uso excesivo de productos agresivos, una mala alimentación, algunas enfermedades como el tiroides y el exceso de agua.
A estos se pueden añadir el envejecimiento, una manicura demasiado agresiva, los problemas hepáticos o renales, la predisposición genética y la dermatitis.
Si quieres tener unas uñas bonitas, sanas y largas, no te pierdas los siguientes consejos. ¡Sigue leyendo!
Secar las manos correctamente
Es importante secar muy bien las manos y las uñas, porque el agua deteriora la cutícula y aumenta la aparición de infecciones. También puedes utilizar toallitas de papel para evitar el resecamiento de las uñas.
Evitar las limas metálicas
No son aconsejables porque pueden producir descamación en las uñas, ya que son muy agresivas y rompen la unión de las capas de la misma. ¡Lo mejor es usar limas de cartón o cristal!
Utilizar productos adecuados
No uses quitaesmaltes o endurecedores con acetona porque debilitan las capas de queratina y resecan mucho las uñas.
Cortar las uñas con un diseño recto
Los podólogos explican que las uñas rectas evitan que se encarnen. Utiliza una tijera apropiada o un cortauñas y sigue la forma de la cutícula.
El mejor momento para cortar las uñas es cuando salimos de la ducha, porque están más reblandecidas.
Mantén las uñas limpias
Limpia diariamente las uñas para eliminar la suciedad que se acumula debajo. Evita objetos punzantes y opta por el cepillo de uñas.
Utilizar un endurecedor de uñas
Desde Farmacia San Félix explican que este producto contribuirá a que la uña crezca más fuerte y sana. Escoge un endurecedor de uñas en formato lápiz para que sea fácil de aplicar.
Seguir una alimentación saludable
Los expertos explican que hay algunos nutrientes que favorecen el crecimiento de las uñas como la biotina, el zinc, la vitamina A o vitaminas del grupo C. Además, las vitaminas del grupo B, el manganeso, el cobre y el selenio ayudan a reparar y reforzar las uñas quebradizas.
Incluye en tu alimentación los siguientes alimentos: cereales, levadura de cerveza, tomates, pimientos rojos, zanahoria, nueces, almendras, crustáceos, pescados y productos lácteos.
«El consumo de biotina aumenta el grosor de las uñas en hasta un 25%», cuenta el farmacéutico Sento Segarra.
Los adultos debemos consumir al menos 30 microgramos de biotina al día, porque en caso de deficiencia, además de debilidad en las uñas, otros síntomas que pueden aparecer son pérdida de cabello, erupciones cutáneas, dermatitis, fatiga, etc.
No fumar
Evita el tabaco porque retrasa el crecimiento normal de la cutícula y hace que las uñas adquieran un color amarillento.
Hidratar las uñas
Aplica crema hidratante en las manos, pero también en las uñas y hazlo mediante masajes circulares en cada una de ellas hasta que se absorba correctamente.
Usar esmaltes con base protectora
Antes de aplicar el esmalte usa una base protectora de la uña.
Usar guantes
Es recomendable usar siempre guantes para fregar, porque mantener las uñas en contacto constante con la humedad y los jabones provoca que se deterioren. También debes optar por los guantes cuando vayas a realizar labores de bricolaje y manualidades con productos agresivos.
Limar las uñas
Antes de limar tus uñas, sumerge las manos en agua tibia con un poco de jabón durante unos minutos. Con este truco conseguirás no agredir demasiado las capas de la uña.
Lima desde un lado hacia el otro siguiendo siempre la misma dirección y con movimientos suaves. Para eliminar los restos que se hayan desprendido, pasa la lima en posición vertical de arriba hacia abajo.
Blanquear las uñas
Si tus uñas han amarilleado puedes poner a remojo tus uñas en leche con zumo de limón durante unos minutos a diario, ya que con este truco casero se blanquean.
Déjalas respirar
Intenta no pintártelas y desmaquillártelas más de una vez por semana, porque conviene dejarlas respirar y no maltratarlas en exceso. Además, utiliza lacas de colores con bases de buena calidad.
Reparar las uñas al instante
No hay que dejar que una uña permanezca mucho tiempo dañada, para evitar que si siga rompiendo lleva una lima en el bolso.
«Procurar no llevar las uñas muy largas, pues son más antiguas y se van secando», informa la revista ¡HOLA!
A más edad, mayores cuidados
Según vamos cumpliendo años, las uñas se vuelven más débiles porque van reduciendo su crecimiento, por lo que tardan más en regenerarse. Por eso, es muy importante ser constantes con el cuidado de las uñas.
Acude a un salón de confianza
Debes acudir a un establecimiento seguro donde puedas comprobar que cumplen todos los requisitos de seguridad e higiene, limpieza general del salón, desinfección y esterilización de herramientas, etc.