Padecerás estas consecuencias si no cuidas de tus dientes como es debido

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El cuidado de la salud siempre ha de ser algo prioritario en la vida de las personas. Hay alguna mala lengua por ahí que dice que solo presumimos de tener salud cuando nos falta amor o dinero, pero nos gustaría saber cómo se tomarían esas personas el hecho de tener algún tipo de enfermedad que incluso pudiera poner en riesgo su vida. Estamos seguros de que sería entonces cuando la salud ocuparía un lugar central en su mente. De hecho, suele ser así: solo cuando nos falta la salud es cuando la valoramos realmente.

Con la salud dental es exactamente eso lo que ocurre. Es verdad que no es una rama de la salud que nos pueda provocar la muerte ni mucho menos, pero sí que puede tener una influencia muy negativa en nuestro día a día. ¿Os imagináis cómo debe ser el afrontar cada día con dolores y más dolores en una zona como la boca? No debe ser nada cómodo. Y, de hecho, ya no es solo eso: es que nos impide hacer muchas de las cosas que estamos acostumbrados a hacer.

Una mala salud dental nos puede condicionar en muchos sentidos. Hemos querido profundizar cuáles son las consecuencias de un mal cuidado de esta zona de nuestro cuerpo y hemos recurrido para ello a los amigos de Médico Dental SM para obtener todos los datos. Vamos a echarles un vistazo. Seguro que, después de eso, valoramos mucho más la salud de nuestros dientes.

Primera: dolores en otras muchas zonas además de la boca 

La boca es el foco del dolor cuando tenemos una mala salud bucodental. No es cómodo tener que sufrirlo cuando nos encontramos usándola y tenemos que comer o beber teniendo todo el cuidado del mundo para no sufrir el dolor provocado por la falta de limpieza e higiene. Hay personas a las que incluso les puede llegar a molestar el simple hecho de respirar. Una vida así no puede satisfacer nuestras necesidades. Creemos que es algo que todos deberíamos saber a estas alturas.

Además, debéis saber que la boca no es el único espacio en el que se produce dolor cuando tenéis algún tipo de molestia dental. Uno de los ejemplos de zonas del cuerpo en la que más dolor notamos como consecuencia de una mala higiene dental es el oído. Y también la cabeza. Por tanto, podemos decir que las consecuencias de no cuidar de nuestra boca van mucho más allá de los dientes, la lengua, el paladar y los distintos componentes de dicha boca.

Segunda: una sonrisa realmente mejorable 

Cuando tenemos problemas de índole dental, no le sacamos el máximo partido posible a nuestra sonrisa. Uno de los motivos es que existen muchas opciones de que a esa sonrisa le falte algún diente. Imaginaos lo que pensaríais si conocierais a una persona que os sonríe y a la que le falta un diente. Vuestra sensación al conocerla no sería la mejor, ¿verdad? Pues ahora imaginaos que la situación es la contraria y que sois vosotros los que estáis mostrando esas carencias en la sonrisa.

Hay más maneras de que nuestra sonrisa no sea la más bella. El color es otra de las cosas que puede jugar una influencia muy negativa en este sentido si ese color es el amarillo. Es fruto de la falta de higiene dental y también de una alimentación no demasiado cuidada. También puede llegar a producirse por causas ligadas al tabaco. Y suele ser el preludio, por cierto, de algo mucho peor, de algo como lo que estábamos comentando más arriba.

Tercera: el bolsillo 

Siempre os va a salir más barato acudir al dentista a realizar una inspección anual para corregir pequeños defectos que se hayan podido producir que esperar a tener algún problema importante. Por eso es siempre recomendable que tengáis a bien cuidar de vuestra salud dental día a día. Es verdad que corregir problemas dentales tampoco os va a fastidiar el presupuesto de un año, no es lo habitual, pero sí que es cierto que un asunto como la prevención siempre os va a permitir no encontraros con sorpresas.

Cuarta: una calidad de vida bastante mejorable 

Este es el resumen de todo lo que os venimos indicando hasta ahora. La calidad de vida se resquebraja por completo si no tenemos en cuenta un aspecto como el cuidado de nuestros dientes. Ya hemos visto todo lo que eso lo que eso nos puede suponer y las desventajas implícitas que tiene. Es importante que no esperemos a verle las orejas al lobo para que nos pongamos manos a la obra para cuidar de nuestros dientes. Es mejor adquirir un hábito y unos valores para que sea posible tener una salud dental con la que realmente podamos vivir bien y que no haga decrecer nuestra calidad de vida.

¿Qué hay de los beneficios? 

Al hablar de todas las cosas que podemos evitar al cuidar de nuestros dientes, ya estamos mencionando indirectamente las ventajas que van asociadas al cuidado de esta zona de nuestro cuerpo. Y es que el simple hecho de que el dentista no tenga que intervenir demasiado en nuestra boca debe ser considerado como una auténtica ventaja en todos los sentidos. Conseguir que así siga siendo y que haya gente de nuestro alrededor que sea consciente de lo que estamos hablando es algo por lo que tenemos que pelear.

Al cuidar de vuestra boca y de vuestra sonrisa, hay un beneficio del que no hemos hablado y que es realmente importante. Nos referimos, como no podía ser de otra manera, a la confianza que tenemos en nosotros mismos cuando sabemos que podemos exhibir nuestra sonrisa sin el miedo de que a alguien no le pueda gustar. Está claro que si cuidamos de nuestros dientes y estos se encuentran perfectamente blancos, no vamos a tener por qué preocuparnos. El problema viene si sabemos que tenemos problemas de higiene en la boca y no podemos exhibir tanto como nos gustaría una sonrisa.

Debemos tener siempre la intención de mejorar 

España no ha sido el país que mejor cuida de sus dientes a lo largo de las últimas décadas. Es algo que han puesto de manifiesto los diferentes datos sobre la salud bucodental de los que se disponen a nivel europeo. El problema principal ha venido porque hasta hace no demasiado tiempo no se subrayaba la importancia con la que cuenta adquirir el hábito de cepillarse los dientes tres veces al día o el de acudir al dentista al menos una vez al año. Hemos sido más proclives a ir al dentista cuando hemos detectado un problema que intentar prevenirlo.

Una información publicada por el portal web Consejo Dentistas desvelaba un dato que es absolutamente demoledor: 34 millones de personas en España tienen caries. Es un porcentaje altísimo de nuestra población teniendo en cuenta que somos 47 millones de personas las que vivimos aquí. Esto muestra que tenemos que mejorar, que debe existir una voluntad para hacerlo. Solo así podremos implementar mejoras en la calidad de vida de las personas. La caries es una de las enfermedades más comunes en la boca de la gente, pero no por ello tenemos que resignarnos a vivir con ella.

En la página web de Infosalus también hay alguna noticia que desvela que existen problemas con el cuidado de la salud bucodental en España. De hecho, es aquí donde se comenta que el 75% de los trastornos bucodentales los padecen personas que sobrepasan los 50 años. Este dato no es una simple casualidad. Se produce porque, cuando esas personas mayores de 50 años eran jóvenes, en España no se trabajaba la conciencia respecto a la importancia de la salud dental. Nadie le explicó a esas personas cómo debían cuidar de sus dientes para promover su salud.

Esperamos que las cosas vayan cambiando progresivamente de cara al futuro. Desde las clínicas dentales y las instituciones públicas se han hecho grandes esfuerzos para comunicar todo lo que tiene que ver con un correcto cuidado de nuestras bocas y creemos que eso ya está generando beneficios en el sentido de que, a diferencia de lo que ocurrió en otros momentos de nuestra Historia, por ejemplo los niños ahora sí que reciben una formación adecuada para poder cuidar de su salud dental como es debido.

Nunca dejéis de lado la salud de vuestros dientes. Son muchas las personas que lo han hecho y que se arrepienten profundamente de no haber seguido todas las recomendaciones realizadas por los expertos en esta materia. Y es que estamos hablando de una de las ramas de la salud que, aunque no vaya a provocar una desgracia como un fallecimiento, sí que tiene una incidencia directa en nuestro día a día y en la comodidad o incomodidad con la que vivimos nuestra rutina. Tener que hacer frente a dolores constantes en nuestros dientes no es plato de buen gusto, hay mucha gente que os lo puede corroborar. En vuestras manos está poder escapar de esos dolores.

 

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