Los centros de control nos hacen más seguro el verano.

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En verano disfrutamos de nuestras vacaciones y de nuestro tiempo libre plácidamente, gracias a que todo un despliegue de medios técnicos y humanos, garantizan nuestra seguridad. Muchos de estos medios, los más importantes, se dirigen y coordinan desde centros de control, donde la tecnología cumple un papel determinante.

El verano es tiempo de desplazamientos. La Dirección General de Tráfico, (D.G.T.) amplía sus salas de control para supervisar la seguridad en las carreteras. No es el único dispositivo de este tipo que se refuerza en los meses estivales. Los aeropuertos cuentan con salas de control de seguridad desde donde se monitoriza todo el trasiego de pasajeros y de equipajes de manera independiente. Estas salas son autónomas con respecto a otros medios similares que se encargan del funcionamiento técnico del aeropuerto, como las torres de control.

Estaciones de tren como la de Atocha en Madrid o la de Sants en Barcelona, refuerzan su seguridad en estos periodos. Esa seguridad se coordina desde salas de control. No es un trabajo fácil gestionar la seguridad de pasajeros e instalaciones en infraestructuras de este tipo, donde a la frecuencia de los trenes de cercanías se le suma la partida y llegada de trenes de medio y largo recorrido y trenes de alta velocidad, reuniendo millones de pasajeros en un solo lugar.

El transporte es solo un aspecto. La seguridad continúa en los lugares de destino. Los centros de turismo masivo cuentan con cámaras de videovigilancia de 360º en los paseos marítimos y medios humanos, que incluyen a los socorristas y a la policía local, que son gestionados desde salas de control de mando compartido donde está presente la policía, protección civil y otros servicios municipales.

La seguridad es clave para que lo pasemos bien en verano. Esta seguridad se dirige desde centros de control, lo vamos a ver en concreto con algunos ejemplos.

Centros de control para la extinción de incendios forestales.

Los incendios forestales son una lacra que nos asola cada verano. Además de todas las hectáreas de superficie natural que se devastan, ponen en peligro la vida en pueblos, como hemos podido ver en los incendios que se han producido en España durante el verano del 2025.

La web de la Fundación Pau Costa, una fundación privada que se dedica a investigar la mejora de los medios de prevención y extinción de incendios forestales, nos cuentan que las comunidades autónomas tienen repartidos estratégicamente por su territorio Centros de Rescate contra Incendios, desde donde se dirigen todos los medios asignados para una zona natural acotada. Al frente de estos centros se encuentra el Director Técnico de Extinción. Un profesional que ostenta la máxima autoridad en la prevención de incendios para la zona a la que se le ha asignado. Él es el máximo responsable, por ejemplo, de las brigadas de bomberos forestales que están bajo sus órdenes.

Cuando se produce un incendio, una de las primeras tareas del Director Técnico es clasificarlo. A partir de toda la información de la que cuenta, y que reúne en el centro de control, puede evaluar si tiene capacidad para extinguir el incendio con sus propios medios o necesita ayuda externa, emitiendo, en este caso, una alarma de emergencia local o general.

La primera reacción es intentar abortar el incendio con los medios que tiene disponibles, cuando aún no se ha extendido. Sin embargo, muchas veces eso no es posible. Bien porque el fuego se ha propagado rápidamente, alcanzando unas dimensiones considerables, bien por las características del terreno, o bien porque tienen medios insuficientes.

En tal caso, pedirá ayuda a otros medios cercanos (comarcales, provinciales o regionales) o si el incendio alcanza una clasificación de nivel 1, la intervención de otros medios nacionales y hasta internacionales.

En estos incendios pasan a intervenir otras instituciones como protección civil, policía, guardia civil, bomberos urbanos, cruz roja, la U.M.E. (Unidad Militar de Emergencia), etc. Para dirigir todo ello se crea un Puesto de Mando Ampliado (P.M.A.) que tiene su sede, por lo general en el Centro de Rescate, y se habilita un Centro de Recepción de Medios (C.R.M.), la base de operaciones donde se van a recibir los medios técnicos y humanos que van a intervenir en la extinción del incendio.

Control de carreteras.  

En España, del control de las carreteras se encarga la Dirección General de Tráfico. Un organismo de ámbito nacional dependiente del Ministerio del Interior. Ejerce su actividad por medio de Centros de Control localizados en las grandes ciudades y en las provincias. Tiene ascendencia directa sobre los medios policiales de control de tráfico, pero dispone de conexión inmediata con protección civil, servicios sanitarios autonómicos, bomberos, etc. En otros países de Europa se funciona de otra manera. El control del tráfico está descentralizado.

Hessen Movil, un órgano administrativo encargado de la gestión de las carreteras en el estado alemán de Hesse, con sede en Frankfurt, que contrató a la empresa madrileña Sig, que se dedica a equipar todo tipo de salas de control, para que montara su centro principal de vigilancia, señala que para estas instalaciones, los medios tecnológicos son indispensables.

Toda la información de las carreteras se recibe en tiempo real en estos centros de gestión. Esto permite evaluar la situación y tomar decisiones de manera rápida.

Para que nos hagamos una idea, desde estos centros se tiene acceso a las imágenes de todas las cámaras repartidas por las carreteras. También reciben imágenes por satélite y disponen de drones de vigilancia aérea, que detectan accidentes e infracciones.

La información captada por los radares, fijos y móviles llega en tiempo real a estos centros de gestión. A su vez, disponen de estaciones meteorológicas propias y/o tienen contacto continuo con la AEMET (Asociación Española de Meteorología), para conocer la información del tiempo y prever su impacto sobre el tráfico.

En estos centros no solo se centraliza la información, también se toman decisiones y se tiene acceso directo sobre medios tecnológicos para alterar el tráfico. En este sentido, desde estos centros se accionan los paneles digitales que encontramos en las autopistas, que cierran o habilitan un carril, que limitan la velocidad o que informan sobre incidentes meteorológicos como niebla, lluvia o nieve.

La conexión directa con los equipos que trabajan sobre el terreno, como la policía de tráfico, es clave. Para ello disponen de emisoras de radio desde la que se comunican con los agentes, o con otros medios, en caso de que fuera necesario, como ambulancias, bomberos y protección civil, coordinándolos para hacer frente a las emergencias.

Desde estos centros también se gestionan los medios digitales para comunicarse con los ciudadanos, como la actualización de la información que aparece en las webs oficiales.

Centros de control de seguridad en festivales.   

El verano es tiempo de festivales. En los últimos tiempos, nuestro país se ha convertido en un referente en estos eventos públicos a nivel internacional, tanto por la cantidad de festivales que se celebran como por la calidad de los músicos que participan en ellos. Sí, existe el turismo de festivales.

Tan importante como organizar un buen cartel, trayendo a figuras internacionales de primer nivel dentro del estilo de música en el que está especializado el festival, tan importante como vender las entradas y garantizar un aforo pleno, lo es la seguridad dentro del festival.

La página web del I.S.E.D. (Instituto Superior de Educación a Distancia) resalta que en la organización de grandes eventos y espectáculos es necesario contar con un plan completo de seguridad. Tanto en la planificación como en la intervención sobre el terreno.

Este plan de seguridad debe evaluar los principales riesgos y amenazas, tanto internas como externas (tumultos de público, asistencia sanitaria, seguridad cibernética, posibles desastres naturales, amenazas terroristas, etc.)

A la luz de los riesgos, deben fijarse objetivos. Estos objetivos se dividen en materia de prevención, de acción inmediata y de recuperación, en caso de que se produzca algún accidente o emergencia. Para alcanzar estos objetivos debe determinarse una provisión de medios humanos y técnicos suficiente. Todo ello debe estar recogido en un plan integral de seguridad.

Llega el festival y el plan ya está elaborado. Ahora hay que llevarlo a delante. El plan se monitoriza y se gestiona desde un centro de control.

A esta sala llegan las imágenes de todas las cámaras de seguridad repartidas por el recinto. Se tiene comunicación directa por radio con los agentes de seguridad que van a cubrir el evento, y con los equipos de mantenimiento. Y línea directa con medios locales como ambulancias, policía, bomberos, protección civil, en caso de que fueran necesarios.

Todo el festival, en materia de seguridad, se supervisa desde estos centros de control. La organización es la responsable de la seguridad en el interior del festival. Los organizadores suelen contratar empresas de seguridad y de mantenimiento para cubrir el evento, pero son ellos, en última instancia, quienes los dirigen a través de los centros de gestión.

Pocas veces recapacitamos en ello, pero podemos disfrutar el verano gracias a la protección que nos reportan medios humanos y técnicos, como los centros de control.

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