La comodidad de poder financiar tus compras.

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La posibilidad de financiar compras ha revolucionado la manera en que adquirimos bienes y servicios en la actualidad. Este método ofrece una gran flexibilidad, permitiendo a los consumidores acceder a productos que, de otro modo, podrían resultar inaccesibles. La financiación se ha convertido en una herramienta indispensable en el mundo del consumo, facilitando la adquisición de bienes y permitiendo gestionar mejor las finanzas personales.

Ventajas de poder financiar.

Financiar una compra presenta numerosas ventajas que pueden hacer más llevadera la carga económica. En primer lugar, permite a los consumidores acceder a productos o servicios de mayor valor sin necesidad de realizar un desembolso inmediato. Esto es especialmente útil para adquisiciones importantes, como electrodomésticos, vehículos o incluso, como nos cuentan desde la clínica dental Infinity, tratamientos médicos.

Otra gran ventaja es la posibilidad de planificar los gastos. Al financiar una compra, el consumidor puede repartir el importe en varios meses, lo que facilita la gestión de su presupuesto mensual. Esto es especialmente ventajoso en momentos de crisis o en situaciones en las que se requieren compras imprevistas. La capacidad de poder pagar en cuotas mensuales puede aliviar la presión financiera que muchas personas experimentan, permitiendo que un artículo caro se convierta en algo accesible.

Además, muchas veces las opciones de financiación vienen acompañadas de promociones atractivas, como intereses bajos o la posibilidad de aplazar pagos sin penalización. Algunas empresas incluso ofrecen financiación a 0% de interés, lo que convierte la compra en una opción más interesante. Esto significa que, en muchos casos, los consumidores pueden llevar a cabo sus compras sin la preocupación de pagar más en intereses, representando un ahorro considerable a lo largo del tiempo.

Qué hay que tener en cuenta a la hora de contratar una financiación.

A la hora de contratar una financiación, es fundamental prestar atención a varios aspectos para asegurarse de que se toma la mejor decisión. En primer lugar, hay que leer y comprender los términos y condiciones del contrato. Muchas veces, los detalles pueden estar escondidos en letras pequeñas, y es esencial conocer el total a pagar, así como los intereses aplicables.

Otro factor a considerar son los plazos de pago. Si bien un plazo más largo puede parecer buena idea, también puede resultar en una cantidad total más alta debido a los intereses acumulados. Por ello, es importante evaluar cuál es la duración más adecuada para cada situación económica. Por ejemplo, un plazo de 12 meses puede resultar más accesible en términos de cuota mensual, pero es posible que un plazo más corto te ayude a reducir el interés total pagado.

Además, es recomendable comparar diferentes opciones de financiación disponibles en el mercado. Existen diversas entidades que ofrecen distintas condiciones y tasas de interés, por lo que es conveniente hacer una investigación previa para encontrar la opción más adecuada. La competencia en el mercado ha aumentado, lo que significa que los consumidores pueden beneficiarse de mejores ofertas si están dispuestos a buscar.

Finalmente, hay que tener en cuenta la estabilidad económica personal. Antes de comprometerse con un pago mensual, es necesario asegurarse de que se tiene la capacidad para cumplir con estas obligaciones, ya que un incumplimiento puede llevar a consecuencias financieras negativas. Esto puede incluir el daño al historial crediticio, lo que dificultará futuras solicitudes de crédito o financiación.

Requisitos necesarios.

Financiar una compra no es un proceso que esté al alcance de todos, ya que las entidades financieras suelen exigir ciertos requisitos para aprobar la solicitud. Entre los más comunes, se encuentra la presentación de documentos que acrediten la identidad del solicitante, como el DNI o pasaporte, así como comprobantes de ingresos que demuestren la capacidad de pago. Esto puede incluir recibos de nómina o declaraciones de impuestos.

En algunos casos, las entidades pueden requerir la presentación de un aval o garantía, especialmente para financiamientos de mayor cuantía. Esta figura sirve como respaldo en caso de impago y puede ser un requisito determinante en la aprobación del crédito. Un aval puede ser un familiar o amigo que esté dispuesto a asumir la responsabilidad en caso de que no puedas hacer frente a los pagos.

Tipos de financiaciones.

Existen varios tipos de financiación disponibles en el mercado, cada uno adaptado a diferentes necesidades y situaciones:

  • Préstamos personales: son créditos que se otorgan con un importe determinado y un plazo de devolución fijado. Estos préstamos suelen tener un interés más alto, pero permiten obtener una cantidad considerable de dinero para realizar compras de mayor valor. Este tipo de financiación es ideal para adquirir bienes caros como muebles, electrodomésticos o incluso viajes.
  • Créditos al consumo: esta opción permite financiar la compra de bienes concretos, como electrodomésticos o vehículos. En muchos casos, los créditos al consumo ofrecen promociones especiales, como intereses reducidos o la posibilidad de financiar a plazos sin interés. Esto puede resultar una opción muy atractiva para consumidores que buscan adquirir productos específicos.
  • Tarjetas de crédito: las tarjetas de crédito permiten realizar compras y pagarlas en plazos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los intereses pueden ser elevados si no se paga el saldo completo a fin de mes. Las tarjetas de crédito pueden ofrecer recompensas o beneficios adicionales, como puntos que se pueden canjear por descuentos o productos, lo que puede hacer que su uso sea más ventajoso.
  • Financiación a través de comercios: muchas tiendas y comercios ofrecen sus propios planes de financiación. Estos planes pueden incluir opciones como el pago a plazos o la financiación a 0% de interés, lo que resulta en una alternativa conveniente. Este tipo de financiación es común en tiendas de electrónica, muebles y otros bienes duraderos.

Intereses y plazos.

Los intereses y los plazos son dos elementos clave a la hora de evaluar una opción de financiación. Los intereses son el importe que se paga por el uso del dinero prestado, y varían dependiendo de la entidad, el tipo de financiación y el perfil del solicitante. Por lo general, las tasas de interés pueden oscilar entre el 0% y el 25%, dependiendo de la entidad y del tipo de préstamo, por lo que debes comparar diferentes ofertas para encontrar la más favorable.

Además, hay que prestar atención a si la tasa de interés es fija o variable, ya que esto puede influir en el precio total del préstamo. Una tasa fija implica que el interés no cambiará a lo largo del periodo de financiación, mientras que una tasa variable puede fluctuar en función de índices de referencia, pudiendo aumentar la cantidad total.

En cuanto a los plazos, suelen variar desde unos pocos meses hasta varios años. La elección del plazo adecuado depende de la capacidad de pago y de la cantidad de dinero que se necesite financiar. Un plazo más largo puede hacer que las cuotas mensuales sean más bajas, pero el total a pagar será mayor debido a los intereses acumulados, esto es algo que hay que tener muy en cuenta.

¿Hay algo que no se pueda financiar?

Aunque la financiación es una opción muy recurrente, no todos los productos o servicios son elegibles para ser financiados. Generalmente, los bienes de lujo, como joyas o arte, pueden no estar disponibles para financiación, así como productos usados o de segunda mano. Además, algunas entidades no financian servicios que no tengan un valor tangible, como cursos o membresías.

Es importante verificar con la entidad financiera o el comercio si el artículo que se desea adquirir puede ser financiado, ya que las políticas pueden variar. Esto ayudará a evitar sorpresas al momento de la compra. En caso de dudas, es recomendable preguntar directamente al comerciante o a la entidad financiera sobre la política de financiación aplicable.

Empresas que permiten financiar compras.

Hoy en día, existen numerosas empresas que ofrecen opciones de financiación. Algunas de las más conocidas son:

  • Bankia: ofrece préstamos personales y créditos al consumo con diversas condiciones y plazos, adaptándose a las necesidades de sus clientes.
  • Santander: proporciona opciones de financiación a través de sus tarjetas de crédito y préstamos personales, facilitando la adquisición de bienes y servicios.
  • BBVA: dispone de préstamos al consumo y financiación específica para productos como coches o electrodomésticos, con condiciones competitivas.
  • Cetelem: esta entidad se especializa en financiación al consumo y ofrece planes interesantes para adquirir productos con facilidad.

Además de estas entidades financieras, muchos comercios también cuentan con acuerdos de financiación. Tiendas de electrodomésticos como MediaMarkt o El Corte Inglés suelen ofrecer planes de financiación a 0% de interés, facilitando así la adquisición de productos sin gastos adicionales. Solo tienes que pillarlos a tiempo.

Ejemplos de comercios conocidos.

Entre los comercios en los que podemos financiar nuestras compras tenemos:

  • IKEA: ofrece financiación para la compra de muebles y decoración, permitiendo pagos a plazos cómodos que se adaptan a los presupuestos de los consumidores.
  • Carrefour: tiene opciones de financiación para compras en sus supermercados y tiendas de electrónica, facilitando la adquisición de productos.
  • Decathlon: ofrece planes de financiación para la compra de artículos deportivos, permitiendo a los clientes equiparse sin preocuparse por el pago inmediato.
  • Fnac: permite financiar la compra de tecnología, libros y productos culturales, ofreciendo opciones accesibles para sus clientes.

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