Hay sectores que llevan años viviendo muy al límite y que han visto cómo buena parte de los negocios que los conformaban han tenido que cerrar sus puertas en los últimos años. Y es que llevamos bastante tiempo viviendo en una especie de inestabilidad económica. Empezamos padeciendo los efectos de la crisis iniciada en el año 2008, una crisis que fue catalogada por los expertos como la peor desde el crack de 1929. Y, cuando parecía que la dejábamos atrás de manera definitiva, vino el coronavirus con todas las desgracias a nivel empresarial que dejó tras de sí.
Para un sector como del que vamos a hablar en los párrafos que siguen, el de la joyería, no ha sido nada fácil bucear en un mar de problemas como el que indicábamos en el párrafo anterior. Negocios como estos suelen funcionar bien si la situación económica es estable, pero cuando empieza a haber problemas para el bolsillo de la ciudadanía, son comercios como estos los que primero pagan las consecuencias. En parte, tiene su lógica: la gente pone por delante el comer y pagar los suministros básicos a cualquier tipo de lujo o de ocio.
En un artículo publicado en la página web Modaes se indicaba que la pandemia había hundido las ventas de las joyerías españolas. Se comentaba en este artículo que, cuando el sector ya se estaba recuperando de la crisis del 2008 firmando unos crecimientos del 2% en los años anteriores a la llegada del coronavirus, todos se fue al garete a partir de marzo del año 2020, cuando el confinamiento llegó a nuestras vidas IND desató una maraña de problemas ya no solo para las empresas ligadas al mundo de la joyería, sino para la economía en general.
Sin embargo, siempre hay historias de supervivencia que nos emocionan y que permiten a los dueños de determinados comercios salir adelante incluso cuando tienen todos los elementos en contra. En el mundo de la joyería ha pasado eso también durante el coronavirus en algunos casos en concreto. Y es que ha habido negocios que se han recuperado de una manera prácticamente milagrosa de todos los daños y males causados por la pandemia. Para ello, ha sido clave un concepto con el que ya estamos plenamente familiarizados en la sociedad actual: el comercio electrónico. Sin duda, a día de hoy, ese es el mayor y mejor garante de éxito.
El comercio electrónico ha venido para quedarse a todos y cada uno de los sectores de actividad de nuestro país. Y ha sido una verdadera salvaguarda para sectores como el de la joyería, que se encontraban prácticamente en el alambre a causa de las mejorables situaciones económicas que nos ha tocado vivir en la última década y media. Y ha permitido algún milagro. Los profesionales de Serrano Joyeros nos han indicado que, en el transcurso de la pandemia, potenciaron su sistema de venta online para poder seguir realizando su actividad. El resultado no solo fue el de evitar el colapso del negocio, sino también una importante subida de los artículos vendidos.
Una revolución para el consumo
Y es que el comercio electrónico ha sido una verdadera revolución para el consumo. Durante los primeros años de la crisis del 2008, lo que pretendían los políticos y los economistas era reactivar un consumo que se había paralizado como consecuencia de la situación económica maltrecha que se vivía en millones de hogares españoles. Ni siquiera con todo tipo de ayudas para los bolsillos de las familias se consiguió incentivar ese consumo tan importante. Ahorrar para todo lo que fuera considerado básico era la única pretensión de los españoles y las españolas.
La cosa cambió cuando multitud de empresas empezaron a desarrollar sistemas de venta online que nada tenían que ver con los que habían existido antes. Se facilitó la entrega de los productos, aumentó la seguridad en los pagos y se reforzaron las vías de comunicación que esas empresas tenían con sus clientes o clientas potenciales. El resultado de esa estrategia combinada ya lo sabemos: una implantación tremenda del comercio electrónico dentro de todo el tejido empresarial de este país y del mundo desarrollado en general. Y es eso lo que permitió a bastantes joyerías salvar el pellejo en un momento tan complicado.
A partir de ahora, ya con la normalidad recuperada por completo tras el coronavirus, es el momento de que empecemos de nuevo a crecer y lo hagamos con pies de hierro. La economía española y la mundial deben mirar hacia adelante incluso aunque ahora se haya presentado el problema que ya todos conocemos en Ucrania y sus consecuencias. Creemos firmemente que un sector como el de la joyería tiene todavía mucha pelea que dar y muy buenas noticias que ofrecer.