El coworking es un indicador del nivel de iniciativa empresarial de un país. Los coworking son centros de trabajo que comparten profesionales y emprendedores, que o bien están empezando, o bien desean abaratar costes. Por su propia naturaleza suelen ser viveros de nuevos proyectos.
El periódico El Mundo informa que el sector del coworking creció en España durante el 2021 un 39%. Llegaron a facturar 131 millones de euros. A día de hoy existen 1500 coworking en nuestro país, 447 solo en Barcelona y 349 en Madrid. Esto nos da una idea de la cantidad de personas que están impulsando proyectos empresariales de forma independiente.
Romuald Fons, director de la agencia BIGSEO, conocido youtuber y un referente en el marketing digital, empezó trabajando en un coworking. En un principio comenzó creando páginas web propias de marketing de afiliación para ganar notoriedad, hasta que algunas empresas empezaron a contratarle para que les llevara el marketing por internet.
Concertaba las entrevistas con los clientes por Zoom. A través de la cámara integrada en su portátil, enseñaba el coworking y decía: “Esta es mi oficina.” El cliente potencial se quedaba sorprendido al ver por la pantalla de su ordenador a otras personas trabajando en mesas de despacho y observar las instalaciones: No se podía imaginar que alguien que construía webs con WordPress dispusiera de esa infraestructura.
Era una mentirijilla, pero no era del todo falsa. Romuald pasaba más tiempo en aquel local que en su propia casa. En aquel momento BIGSEO no era más que un proyecto. En la proto-empresa solo trabajaba él y algún profesional freelance que le echaba una mano ocasionalmente.
El especialista en SEO guarda muy buenos recuerdos de aquella etapa. Dice que conoció gente muy interesante. Al pasar tanto tiempo trabajando junto a otros profesionales del mundo digital, se intercambiaban información entre ellos y adquirió conocimientos técnicos y sobre el funcionamiento de internet, que hasta entonces no tenía. Algunos de aquellos vecinos de mesa de oficina terminaron integrándose en su equipo a medida que su empresa crecía.
¿Qué es un coworking?
La web del Banco de Santander define coworking como aquel espacio, físico o virtual, en el que profesionales, autónomos, empresarios o trabajadores, que parcial o toralmente trabajan en condiciones de teletrabajo, comparten las instalaciones para desempeñar su actividad profesional.
Los administradores de estos centros privados ofrecen mesas de oficina, despachos, salas de reunión, salas para entrevistas, zona de restauración abastecida con máquinas dispensadoras, recepción de paquetería y llamadas, Wi-Fi y cualquier servicio que permita que sus clientes desempeñen su trabajo.
Para ello, lo ponen a disposición de los profesionales pagando una cómoda cuota mensual que les da acceso a disponer de las instalaciones. Algunos coworking, incluso, ofrecen alquileres diarios o por horas.
Ciertos emprendedores y autónomos prefieren este sistema antes que alquilar una oficina convencional. Se ajusta más a su estilo de vida y de negocio, y normalmente sale más económico. Es un centro de trabajo en el que, a cualquier hora del día que acudas, encontrarás a otros profesionales trabajando.
Los coworkings crean un ambiente perfecto para iniciar un negocio dinámico de servicios, poner en marcha una startup, o para aquellos profesionales nómadas que realizan su actividad moviéndose por diferentes territorios. Por un pequeño precio, que no suele implicar permanencia, un empresario puede tener oficinas comerciales en distintas ciudades desde las que atender a sus clientes. Cualquier actividad que solo requiera conexión a internet se puede realizar desde estos centros de trabajo compartidos.
En su desarrollo, este modelo ha dado lugar a diferentes variantes o tipos. Podemos encontrar coworkings sectoriales, especializados en profesionales que operan en un área concreta, como los servicios digitales. Coworkings sociales, que reúnen a organizaciones y profesionales que fomentan proyectos que benefician a una comunidad o al medio ambiente, y otros habilitados para artistas, en los que se pueden crear talleres en los que practicar diferentes disciplinas.
¿Por qué usar un coworking?
Para un autónomo independiente o para un pequeño equipo de trabajo, un coworking ofrece muchas ventajas, estas son algunas de ellas:
- Operatividad. Un coworking crea un ambiente de trabajo que no se tiene realizando toda la actividad desde casa. Permite concentrarse en las tareas, puesto que el resto de los usuarios están haciendo lo mismo. Es como cuando eras estudiante y te preparabas los exámenes en la biblioteca. El ambiente era más propicio para estudiar que la habitación de tu casa. Además, los coworking están equipados para realizar todas las horas que haga falta, incluso trabajar a la hora de la comida, mientras tomas un tentempié, porque la entrega de los encargos lo requiere.
- Flexibilidad. Como es evidente, los coworking tienen un horario comercial, que suele ser bastante amplio, pero no hay una hora determinada de entrada y salida para los usuarios. Si has pagado tu plan, tienes tu espacio reservado para cuando vayas. Un día puedes entrar antes, y otro día después. Respecto a las instalaciones, también son flexibles. Los administradores del centro, si se les avisa, pueden habilitar una oficina para que trabajen juntos un equipo de 5 o 6 personas, o ceder una sala para hacer una presentación a los clientes de un negocio.
- Comodidad. Algunos coworking ofrecen a sus usuarios plazas de parking. Otros, habilitan un zona de taquillas para que depositen sus ´pertenencias personales. En la mayoría de ellos hay áreas de distensión en las que sentarse a tomar un café o leer la prensa del día y desconectar un poco del trabajo. Estos centros se guían por crear las mejores condiciones para que los usuarios realicen su actividad con comodidad.
- Imagen y logística. Los coworking suelen estar ubicados cerca de zonas de oficinas o comerciales. Están limpios y amueblados con un mobiliario moderno y funcional. Un lugar adecuado desde el que los usuarios puedan atender a sus clientes, de forma personal o por videollamada, ofreciendo una buena imagen como profesionales. En el coworking se pueden recibir paquetes relacionados con la empresa y efectuar trámites. En muchos de ellos se prestan servicios de recepción para los usuarios.
- Sinergia. Una de las ventajas más interesantes de estos centros es la posibilidad de colaboración entre los usuarios. Si en la mesa de al lado de la que tú estás, trabaja un diseñador web, puedes recurrir a sus servicios para realizar un encargo determinado, sin necesidad de ir a buscarlo a otro sitio. En estos centros han nacido multitud de proyectos basados en la asociación de profesionales de diferentes especialidades que trabajaban en las mismas instalaciones.
- Economía. Uno de los argumentos de peso para trabajar en un coworking es que te sale más económico que otras opciones.
Ahorrar gastos.
Mientras alquilar una oficina pequeña en la Diagonal de Barcelona no te sale por debajo de los 2.000 € al mes, disponer de un puesto de trabajo en un coworking cercano no alcanza los 200. La diferencia salta a la vista.
En la actualidad, para entrar en una oficina en alquiler en Barcelona necesitas abonar, mínimo, tres meses por adelantado: un mes de fianza, un mes para la agencia y el mes entrante. En el coworking solo pagas el mes en curso, y por lo general, no exige plazo de permanencia.
Debes tener en cuenta, que en muchos casos, la oficina necesitarás amueblarla. En el coworking tienes todo lo necesario para empezar a trabajar, nada más entrar por la puerta. Solo necesitas llevarte el portátil.
A todo esto hay que añadir los gastos de luz, agua, Wi-Fi, que en el coworking están incluidos dentro de la cuota mensual.
Todas estas cuestiones hacen que muchos profesionales valoren trabajar en uno de estos centros antes de montarse un despacho. El dinero que se ahorran lo pueden invertir en prestar un mejor servicio a sus clientes.
Todos sabemos lo costoso que resulta emprender una nueva actividad. Al principio, son meses en los que apenas cubres costes. Reducir los gastos es fundamental para no ahogarse antes de que el proyecto empiece a despuntar.
Las ventajas van más allá, algunos coworking ofrecen el servicio de oficina virtual. La posibilidad de que un profesional domicilie su empresa en la dirección del coworking, aunque no trabaje allí. Todas las empresas necesitan un domicilio fiscal y una dirección de referencia de cara a sus clientes. Si esa dirección está localizada en una zona céntrica o en un área de referencia de oficinas, se abren muchas puertas.
Estos espacios de trabajo han contribuido a que muchos emprendedores llevaran a delante sus iniciativas. Jordi, que estuvo trabajando en un coworking del barrio barcelonés de Sant Gervasi, llamado Mitre, 126 Work Space, nos comenta que gracias a que alquiló allí un despacho, pudo poner su empresa en marcha, si no le hubiera resultado inviable. Marc, que tiene una empresa de servicios con dos amigos, y que al principio cada uno trabajaba desde su casa, nos dice que hasta que no empezaron a trabajar los tres juntos en un coworking, el proyecto no empezó a tirar.
Los coworking han contribuido a democratizar el mundo del emprendimiento y a hacerlo más asequible, reduciendo considerablemente los gastos de localización. Con medios como estos, emprender es más económico.