Dicen los expertos que cada año compramos televisores con más pulgadas y una mejor resolución de imagen. Ya no usamos la televisión para ver los canales habituales. Estamos abonados a plataformas de streaming que emiten series y películas, y esperamos verlos en nuestra casa como si viéramos una pantalla de cine. Así ha evolucionado este electrodoméstico en los últimos tiempos, y estas son algunas cuestiones a tener en cuenta antes de adquirir uno nuevo.
A finales del siglo pasado irrumpe la televisión de plasma, pensada para aparatos de grandes pulgadas, de 42 a 90. El tubo de rayos catódicos, que hacían que las televisiones antiguas tuvieran forma de caja, se sustituye por una cámara formada por dos planchas de cristal que contienen gases de neón y xenón, repartidas en cientos de miles de celdas. La imagen se proyecta en píxeles, ya no en líneas.
El aparato es plano y se fabrica progresivamente con un grosor menor, lo que permite hasta colgarlo en la pared. El realismo de la imagen, superior a las televisiones precedentes, se logra por el contraste entre píxeles claros y oscuros. En la actualidad ya no se fabrican, pero supuso, en su momento, una revolución en la fabricación de televisores.
Pronto fueron sustituidos por los televisores LCD. Una tecnología que llevaba tiempo aplicándose en la producción de otros aparatos electrónicos como los relojes digitales.
La Pantalla de Cristal Líquido, que es así como se llama en castellano las siglas LCD, consiste en un número determinado de píxeles de color o monocromáticos, colocados frente a una fuente refractante de luz. En los televisores, los píxeles tienen tres sub-píxeles, o filtros, lo que les permite reproducir una gama más amplia de colores.
Su tecnología consigue controlar con más precisión el brillo y el contraste y, por tanto, la calidad de imagen. Tiene un ángulo de visión de 178 grados, prácticamente una pantalla plana. Eran más económicos de producir que los de plasma; sin embargo, cabía la posibilidad de que aparecieran píxeles muertos, puntos diminutos que quedaban en negro.
A partir del 2011 se utiliza para iluminar gran parte de las pantallas de televisores LCD, luces LED. Esto permite un ahorro de energía considerable en los aparatos de gran tamaño. Al contar con varios focos de iluminación autónomos, se reducen las taras en las televisiones.
Las luces LED producen colores más brillantes y permite un control más selectivo de la intensidad de la luz, por lo que la imagen gana en matices.
En la actualidad, los más demandados son los Smart TV. Televisores inteligentes que permiten una doble conexión independiente. A internet, mediante acceso directo a la red wifi, y al decodificador de televisión. Los Smart TV es un modelo de televisor. Estos pueden estar fabricados con tecnología LCD o con tecnología LED.
Las mejores marcas.
La Organización de Consumidores y Usuarios O.C.U. realizó un estudio, partiendo del análisis de 556 modelos de televisores vendidos en Europa, colaborando con la ICRT (International Consumer Research and Testing), una federación de organizaciones de consumidores de ámbito europeo. Para ello partió de tres criterios: Calidad de imagen, calidad de sonido y facilidad de manejo.
Trabajando con expertos independientes, adjudicó una nota a cada fabricante de 0 a 5. Con ello se intentaba evaluar la calidad de los productos que ofrecían en el mercado.
En cuanto a la calidad de imagen, LG obtuvo una puntuación de 3,78; Samsung de 3,74; Sony de 3,62, Panasonic de 3,55 y Philips de 3,48.
Respecto a la calidad de sonido, a LG se le adjudicó un 4,07; a Samsung 3,95; a la alemana Mertz 3,66; Panasonic 3,43 y Philips 3,41.
En cuanto a su facilidad de uso, en la que se tiene en cuenta aspectos como su instalación y puesta en marcha, la guía electrónica de programas y el acceso a las diferentes prestaciones a LG se le dio una puntuación 4,28, a Samsung 3,94, Panasonic 3,46; Sony 3,34 y Philips 3,13.
A nivel general, LG y Samsung son los que más calidad ofrecen. Los precios de sus productos son similares. Muy cerca se encuentran las otras tres marcas: Sony, Panasonic y Philips. Hay que tener en cuenta que los precios varían de unos modelos a otros. Un televisor LED es más caro que un LCD, y un Ultra HD más que un Full HD.
Consejos para comprar un televisor.
Un último modelo no es mecánicamente mejor que un modelo anterior. Por ejemplo, en el 2020, LG sacó los modelos CX-5 y CX-6 que, según el estudio de la OCU, tenían peor calidad de imagen que modelos LED anteriores como el C-9, B-9 y E-9. Lo mismo sucedía con algunos televisores de Samsung.
Electrodomésticos Megahogar recomienda que nos dejemos llevar por las compras compulsivas. Hay que partir, en primer lugar, de qué televisor necesitamos y no comprarlo a la primera, sino investigar un poco.
La competencia entre los distribuidores hace que encontremos el mismo modelo a distintos precios. Hoy gracias a internet, podemos comparar productos desde nuestro teléfono móvil. Tanto de tiendas físicas como de comercios electrónicos.
El periódico digital El Español recomienda 5 claves para elegir la televisión adecuada:
- El tamaño.
Aunque existe una tendencia por comprar televisores grandes, una pantalla desproporcionada puede producir sensación de agobio, aparte de que no es bueno para la vista. Una, demasiado pequeña, hará que no veamos bien la imagen. Por tanto, hay valorar la habitación donde la vamos a colocar y la distancia desde la que la vamos a ver.
- Tecnología.
Ya hemos visto la diferencia entre los televisores LCD y los LEDS. La tecnología LED no para de desarrollarse. Para televisores de más de 55 pulgadas se ha creado el sistema QLED. Con él, se prescinde de la pantalla de píxeles LCD y son las luces LED las que realizan todo el trabajo. Ante imágenes estáticas, como puede ser el logo de una cadena de televisión o el portal de inicio de una plataforma, los paneles QLED se terminan quemando, y queda una marca permanente en la pantalla.
Se consigue una pureza de negros y un contraste de colores inalcanzable hasta el momento, por lo que son indicados para ver series y películas, pero tienen el problema de que se pueden estropear, si no reproducen imagen en movimiento constantemente.
Se está investigando la tecnología MICRO–LED y MINI-LED, con la que se obtiene una imagen más nítida aún, por lo que habrá que estudiar sus ventajas e inconvenientes, y a raíz de ahí valorar si cubre nuestras expectativas.
- El Sonido.
La mayor parte de los televisores de gama media ofrecen un sonido mediocre. Para mejorarlo hay que adquirir una barra de sonido adicional, que supone un desembolso extra.
Algunos modelos integran tecnología como el Dolby Atmos o el DTS-X que reproducen un sonido envolvente, en el que da la sensación de tener un Home Cinema en casa.
Primeras marcas incluyen una versión de la barra de sonido dentro de sus aplicaciones, inteligencia artificial para estudiar el entorno y minimizar el ruido o sistemas de sonido mejorado.
Todo es cuestión de leer las indicaciones del fabricante antes de adquirir el producto.
- La Conectividad.
La mayoría de las televisiones que se venden hoy en día cuentan con conexiones inalámbricas de wifi y bluetooth. Las entradas físicas siguen siendo importantes.
Necesitas entradas HDMI que permitan un trasvase de datos suficiente. Que puedas conectar el ordenador o la consola si quieres, y que se puedan ver con claridad. Puertos USB para conectar discos duros con video o audio y una tecnología de wifi de alta calidad, que permita la transmisión de datos 4K, que requieren un ancho de banda determinado.
- Sistema operativo.
Los consumidores optan por adquirir las Smart TV. Las televisiones inteligentes en las que puedes introducir aplicaciones de internet. Van conectadas a la red wifi y desde ellas puedes ver YouTube, escuchar Spotify, conectarte a Netflix o seguir un portal de noticias.
Dentro de los sistemas operativos, Android, propiedad de Google, es el que mejor servicio presta. Su tienda de aplicaciones, similar al Google Store del ordenador, tiene acceso a las principales plataformas que utilizamos.
Otras marcas asiáticas han creado su propio sistema operativo. Es fácil de usar e igual de intuitivo, pero quizás aquello que quieres instalar no lo puedas conseguir.
Por eso es importante, antes de adquirir una Smart TV, asegurarse del sistema operativo que utiliza.
El mejor momento para adquirir una televisión.
Según la OCU de diciembre a marzo son los mejores meses para comprar una televisión. Entre abril y mayo, las grandes marcas del sector sacan su nueva gama de productos. Les interesa quitarse el stock de las tiendas, para que los consumidores compren las últimas novedades. En esos meses se produce una interesante reducción de precios.
Los grandes eventos deportivos son utilizados por las marcas como un poderoso argumento de venta para promover la adquisición y renovación de televisores. Así sucedió con el reciente mundial de futbol Qatar 2022. Una vez avanzada la competición, se inicia la cuenta atrás para preparar la siguiente campaña.
Antes de adquirir un nuevo televisor es importante informarte bien, para que se adapte en prestaciones y precio a lo que deseas.