En un mundo en el que la inversión en marketing cada vez es más importante por parte de las empresas, quiero resaltar en el artículo que vais a leer a continuación la importancia que tienen los detalles, detalles que muchas veces no cuestan demasiado dinero, que quizá no valoramos lo suficiente, pero que terminan teniendo una importancia tremenda en todo lo que respecta a la publicidad y la imagen de una compañía.
Tengo un buen ejemplo a través del cual ilustrar lo que os acabo de comentar en este primer párrafo. Me gustaría que, a lo largo de los párrafos que vais a leer, tuvierais en vuestra cabeza la idea que he compartido con vosotros en ese primer párrafo y que le da importancia al valor de los detalles en un mundo publicitario en el que parece que únicamente se tiene en cuenta lo viral.
Llevo seis años trabajando en una compañía de alimentación de carácter regional. Disponemos de varias decenas de supermercados entre los cuales se sitúan algunos que tienen naturaleza mayorista, que están orientados a la compra de los hosteleros. Se trata de un negocio que funciona bien puesto que ya sabéis que en España contamos con una barbaridad de bares y restaurantes y los dueños de esos establecimientos buscan obtener productos de alimentación que estén a precios más reducidos que los que se puede encontrar en un supermercado minorista de toda la vida.
El caso es que todos los años, cuando llega la época de verano, tenemos la costumbre de empezar a pensar en nuestra campaña de Navidad. Sí, puede parecer gracioso que medio año antes de que llegue la campaña ya estemos preparando todos los detalles, pero es que hacen falta muchas cosas para que todo salga bien y, como no aprovechemos cada día, nos metemos en septiembre y comienzan las prisas y los agobios.
Uno de los productos de marketing que solemos elaborar para la campaña de Navidad es un catálogo de cestas y lotes. Es un producto publicitario muy interesante para un público como el que tenemos en estos centros porque muchos bares y restaurantes, cuando llega el otoño, empiezan a sacar las típicas porras que tienen como premio alguna cesta de Navidad. E incluso muchos de ellos siguen comprando una por cada uno de sus trabajadores para regalársela el día de Nochebuena.
Solemos realizar este catálogo destacando unas siete u ocho composiciones de cestas diferentes y lo rematamos con varias páginas en las que promocionamos nuestros mejores embutidos ibéricos y vinos. Ojo, os diré algo muy importante en este sentido: este es un catálogo en el que también vendemos imagen, así que, por tanto, no puede ser parecido al que veis en los buzones de vuestras casas y que está elaborado con papel de escasa calidad. No. Este es muy diferente. El papel es mate y grueso para garantizar que las fotos que vamos a publicar en él se vean con una calidad excepcional.
Y ahí es donde quiero llegar: a las fotos. Aquí es donde se concentra la parte más importante de nuestro trabajo cuando elaboramos este catálogo. Sabemos perfectamente que las personas que tienen intención o que pueden llegar a tener intención de adquirir una de nuestras cestas van a tomar su decisión final mirando algunas de las fotos de los lotes y cestas que mostramos. Es un elemento todavía más importante que el del precio. Por tanto, todos los detalles que estén orientados a conseguir una foto más poderosa desde el punto de vista visual son importantes.
A la hora de preparar las fotos que van a salir en nuestro catálogo, procuramos cuidar de la decoración que va a acompañar a todos los productos que entran en cada lote y cesta. Nos gusta mucho jugar con los colores y con las texturas, así que cada año procuramos incorporar elementos distintos que no se encajen con el estilo general de imagen que buscamos para el catálogo de ese año. La opción que elegimos para la Navidad de hace un par de años me gustó mucho, especialmente porque decidimos confiar en un elemento decorativo como la arpillera. En nuestro caso, optamos por visitar la web de Curtidos y Tapicerías porque teníamos la opción de comprar el material por rollos o por metros.
La verdad es que el resultado nos encantó a todos los miembros del equipo de marketing y comunicación de nuestra empresa. Las fotos ofrecieron esa textura y color que deseábamos sin desviar la atención de los productos de calidad que incluimos en cada lote y cesta. Haciendo una valoración de todos los catálogos en los que he ofrecido mi ayuda desde que llegué a la empresa, creo que ese fue el que mejor salió de todos. Y creo que muchas de las personas que trabajamos en la compañía pensamos exactamente lo mismo.
Las nuevas tecnologías nos ayudaron a que el catálogo se compartiera mucho más durante aquellos meses previos a la Navidad. Y es que no solo sacamos una versión física de ese catálogo, que es lo que habíamos venido haciendo hasta la fecha, sino que también compartimos un enlace en las redes sociales para facilitar la descarga en PDF por nuestros clientes. De ese modo, era mucho más fácil que los clientes pudieran compartirlo con sus amistades y con otras personas, ayudando a que nuestra imagen se desarrollara mucho más.
Como es lógico, todo eso vino acompañado de un aumento considerable en la venta de cestas y lotes de Navidad. Fue un éxito de ventas aquel año y la verdad es que nos ganamos la enhorabuena de todas y cada una de las personas que se encuentran al cargo de la compañía. Es lo lógico: cuando las cosas se hacen con el máximo deseo de que funcionen, es mucho más fácil que salgan adelante y que cumplan con el objetivo con el que se han planteado. El problema vendría en el caso contrario.
Pusimos el listón muy alto de cara a los años que han venido después. Uno de los retos que manejamos siempre en nuestro departamento es el de mejorar cada publicación año a año. Superar todo lo que habíamos conseguido con aquel catálogo no iba a ser fácil porque aquella vez conseguimos pulverizar todos los récords que habíamos conseguido anteriormente. Y es que no cabe la menor duda de que la apuesta por la arpillera fue uno de los aciertos más evidentes que hemos tenido y que ha contado con un resultado mejor.
Los números en los que se mueve el marketing actualmente
El marketing es una ciencia que ha evolucionado mucho en los últimos años. El surgimiento de Internet y las redes sociales ha hecho posible que exista un campo enorme y en el que hay unas posibilidades inmensas, casi tantas como nos podamos imaginar. Por tanto, las empresas han iniciado una carrera hacia la exploración de esos nuevos mundos para conocer qué ventajas pueden conseguir de eso y de qué manera se puede potenciar su negocio más allá de con medios tradicionales como la radio, la televisión y el mobiliario exterior, que es lo que se venía usando hasta entonces.
La inversión en marketing se ha visto incrementada de una manera realmente grande en los últimos tiempos. En una noticia publicada en la página web de Puromarketing, se indica que esa inversión en marketing creció en 2021 un 7’2% hasta superar los 28.000 millones de euros. Se trata de una cantidad sumamente interesante y que, desde luego, viene a demostrar que los negocios de todos los sectores se han tomado muy en serio todo lo que tiene que ver con la promoción de sus productos y la imagen que se deriva de ellos en nuevos entornos como los digitales.
Hay muchas empresas que invierten una auténtica millonada en marketing solo en España. Atendiendo al ranking de empresas que más gastan en esto en España, elaborado por el portal web Statista, descubrimos que L’Oreal es la líder con 72 millones de euros. Stellantis, con 68 millones de euros, y Procter & Gamble, con 64 millones, completan el podio. Recordad que estos datos son solo para España y que estas empresas gastan cantidades similares o incluso superiores en mercados de otros países de la Unión Europea.
Todo esto viene a demostrar que estamos en la era del marketing. Realmente, nos encontramos en una segunda era. La primera fue aquella en la que la publicidad a través de los medios de comunicación se instaló como la principal manera para competir con las demás entidades de su sector. Después, cuando la potencia de esos medios se ha reducido como consecuencia de la irrupción de Internet y el mundo digital, el marketing en redes sociales o en buscadores como Google se ha convertido en algo espectacular y necesario para que los negocios continúen con su actividad con las máximas garantías de éxito posibles.
La publicidad es siempre nuestra mejor amiga si tenemos un negocio. Sin ella, estamos simple y llanamente condenados. Pero recordad siempre que, además de una interesante inversión, debéis cuidar de cada detalle.