5 problemas de salud asociados al estrés.

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¡Ay, el estrés! Es una palabra o concepto que habremos oído en estos últimos años más de 100 veces ¿verdad? De hecho, está tan normalizado ya tener estrés, que muchas personas se auto diagnostican estrés ante cualquier situación o dolencia ¡imagínate!

Sea como sea, el estrés es una sensación desagradable y persistente que suele atacarnos en algún momento de nuestra vida sin discriminar, ya sea por el trabajo, por los estudios, las relaciones o simplemente por problemas de la vida cotidiana.

Sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado cómo afecta realmente nuestra salud? Si, por desgracia el estrés no sólo nos pone nerviosos o nos produce cansancio ¡también puede enfermarnos! ¿Quieres saber cómo? Te lo contamos a continuación.

¿Qué es el estrés?

El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones que percibe como desafiantes, amenazantes o demandantes. Esta respuesta actúa como una reacción física y emocional que ocurre cuando nos enfrentamos a circunstancias o situaciones que requieren cambios o adaptaciones, las cuales pueden ser tanto positivas como negativas.

Fisiológicamente, el estrés desencadena una serie de cambios en el cuerpo diseñados para ayudarnos a enfrentar la situación estresante.

Entre ellos, el más común es la liberación de hormonas del estrés, las cuales conocemos como cortisol y adrenalina. Estas hormonas están diseñadas para preparar al cuerpo para reaccionar de forma rápida y vigorosa (en respuesta de lucha o huida) ante una situación percibida como amenazante. Cuando se liberan, el cuerpo experimenta una serie de sensaciones que, si no sabemos gestionar correctamente, pueden causarnos graves problemas de salud.

¿Cómo sé si lo que tengo es estrés?

Esta pregunta es la más común: hoy día estamos informados acerca de tantos trastornos psicológicos, que ya no sabemos si tenemos una cosa u otra, y si esa cosa a su vez quiere decir que nos pasa algo más grave o simplemente estamos somatizando más de la cuenta ¡imagínate!

Aun así, existen una serie de síntomas físicos y emocionales que pueden ayudarnos a identificar si estamos pasando por una situación estresante o estamos sufriendo un pico de estrés:

– Dolores de cabeza frecuentes.

– Tensión muscular o dolores musculares, especialmente en el cuello, hombros y espalda.

– Cansancio constante o falta de energía.

– Problemas gastrointestinales, como malestar estomacal, náuseas, diarrea o estreñimiento.

– Cambios en el apetito, como comer en exceso o pérdida de apetito.

– Problemas para conciliar el sueño o mantener el sueño durante la noche.

– Cambios en el peso corporal, ya sea aumento o pérdida de peso inesperada.

– Ansiedad o nerviosismo frecuente.

– Sentimientos de irritabilidad o enojo fácil.

– Incapacidad para relajarse.

– Falta de concentración o dificultad para tomar decisiones.

– Cambios en el estado de ánimo, como sentirse triste o deprimido sin razón aparente.

– Preocupaciones excesivas o pensamientos repetitivos sobre problemas o situaciones estresantes.

Asimismo, nuestro comportamiento también puede determinar si sufrimos estrés:

– Aumento en el consumo de alcohol, tabaco u otras sustancias.

– Cambios en los patrones de sueño, como insomnio o dormir demasiado.

– Aislamiento social o rechazo por realizar actividades sociales.

– Dificultades para cumplir con las responsabilidades diarias, tanto en el trabajo como en casa.

El estrés nos enferma ¡literalmente!

Como hemos podido comprobar, sufrir estrés desencadena una serie de problemas emocionales, de comportamiento y físicos, por lo que no es de extrañar que también cause problemas de salud o enfermedades.

De hecho, si tuviéramos que hacer un top 5 de problemas de salud ocasionados por el estrés, éste sin duda incluiría:

  1. Dolor de cabeza o migraña.

La migraña puede desencadenarse por el estrés debido a cambios en la actividad cerebral, tensión muscular y factores desencadenantes ocasionados directamente por el estrés.

De este modo, si estamos pasando por situaciones estresantes experimentaremos episodios recurrentes de migraña en los cuales el estrés desencadenará los síntomas y la migraña aumentará el estrés, creando un ciclo negativo algo pesado.

Como es lógico, si nos encontramos mal y, además, no podemos relajarnos ¡esto no ayuda! Por este motivo, debemos intentar prevenir estas consecuencias y controlar el estrés, ya que nos ayudará a evitar este tipo de problemas.

  1. Trastornos gastrointestinales.

Así es: el estrés también puede causarnos molestias en el estómago como el síndrome del intestino irritable, la acidez estomacal, la gastritis y la colitis.

De hecho, el estómago es considerado por muchos médicos como el segundo cerebro, así que tiene sentido que este órgano se sienta atacado cuando nuestras emociones nos desbordan.

  1. Trastornos del sueño.

El estrés puede causarnos dificultades para poder conciliar el sueño, provocar insomnio o interrumpir el sueño, lo cual sin duda tendrá repercusiones negativas en nuestra salud física y mental; estaremos más irritados, más cansados, y sobre todo ¡más enfadados!

  1. Sistema inmunológico debilitado.

Toda esta cadena de problemas causada por el estrés acaba debilitando nuestro sistema inmunológico, lo cual se traduce como que estaremos más expuestos a sufrir todo tipo de infecciones y problemas de salud; en resumen, estaremos más débiles ante cualquier enfermedad o ante un simple resfriado.

  1. Bruxismo.

El bruxismo, es otro problema ocasionado principalmente por el estrés.

Las personas que sufren bruxismo experimentan un fuerte rechinar involuntario de los dientes a la hora de dormir e incluso durante su día a día normal, como respuesta a la tensión que sufren durante las situaciones o picos de estrés.

Digamos que el bruxismo puede empezar como un problema “menor” originado por el estrés, pero puede ir a más: tal y como definen los expertos de Dentsur Clínica Dental, los problemas como el bruxismo pueden empeorar y afectar a la mandíbula causando maloclusión dental. En caso de sufrir maloclusión, este sí sería un problema más grave, catalogado como patología de la articulación temporomandibular (ATM), el cual afecta a la articulación que une la mandíbula con el cráneo.

Como ves, ningún problema causado por el estrés es poca cosa, así que debemos evitarlo a toda costa ¡no lo olvides!

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